Pero nada de San Jacobos, patatas y huevos fritos, no. Vamos a comer minicupcakes de chocolate con crema de queso de cabra, macarons de frambuesa y brownie de pistacho.
En las minicupcakes la crema está coloreada con colorante rosa y morado. ¿Y por qué queso de cabra? pues... es que no tenía Philadelphia, así que mezclé el queso de cabra con leche para hacerlo más untuoso y al hacer la crema de mantequilla con él resultó que estaba buenísimo.
En los macarons, hice estrías de colorante dentro de la manga pastelera antes de meter la masa y darles ese toque "hippie" (me inspiré en el libro de Peggy Porschen Boutique Baking ).
En cuanto al brownie, qué decir... está delicioso. Y para que veáis que es facilísimo hacerlo os pongo la receta.
Brownie de pistacho:
250 g de mantequilla
300 g de azúcar
200 g de huevo
140 g de pasta de pistacho
60 g de harina de repostería
60 g de almendra molida
200 g de pistachos troceados
150 g de avellanas troceadas
En un recipiente mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar. Después iremos añadiendo los ingredientes en el orden en el que están puestos, es decir, los huevos, después la pasta de pistacho, después la harina y la almendra y por último los pistachos y las avellanas.
Se pone la mezcla en el molde y se hornea a 190ºC durante 15-20 minutos.
Con estas cantidades yo saco un molde de 30 x 40 cm; el que quiera hacerlo más pequeño (o más grande) sólo tiene que reducir (o aumentar) los ingredientes de forma proporcional.
Pues ya está.
A comer se ha dicho.